Este año podría calificarse del festival de la madurez. No por la madurez de los actores sino porque lo hemos podido ensayar menos y ha salido mejor. Es cierto que algunos están tan familiarizados con el escenario que ya no necesitan ni ensayar.
Algunos recordarán el número de las olimpiadas. En un momento dado salió Dani con la “antorcha” (una botella de cocacola): pues bien, en los camerinos la escena se vivió con verdadera tensión, pues se anunció la salida de la antorcha olímpica y no había nada preparado. Entonces surgió el genio y el buen hacer y los años de experiencia. Dani agarró lo primero que encontró (la mencionada botella) y salió al escenario.
Por no hablar de la música. Quizá lo mejor que salió –y animo a los lectores a opinar al respecto- fue una canción “improvisada” del dúo sansónico. Improvisada porque no estaba en el guión del festival, aunque Nacho y Pablo confiesan haberla cantado miles de veces a dúo.
Hubo grandes risas, ambiente festivo, coro en la Misa del gallo, etc etc. El año que viene ya veremos qué hacemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario